En el intrincado mundo de la maquinaria rotativa, gestionar las fuerzas es un desafío fundamental. Mientras que los rodamientos radiales manejan cargas perpendiculares al eje, las cargas axiales (de empuje) (fuerzas paralelas al eje) requieren una solución especializada. La placa de empuje, o arandela de empuje, es un componente crítico diseñado para este propósito. Sin embargo, en aplicaciones exigentes donde la lubricación es marginal, las velocidades son altas o las cargas son extremas, una superficie metálica sin adornos es insuficiente. Aquí entran en juego las placas de empuje revestidas. Al aplicar recubrimientos de superficie avanzados, un simple disco de metal se transforma en un componente de alto rendimiento capaz de soportar un desgaste severo, reducir la fricción y resistir la corrosión. Este artículo profundiza en el diseño, las tecnologías de recubrimiento, las aplicaciones y los beneficios de placas de empuje recubiertas .
1. Introducción: el papel de la placa de empuje
Una placa de empuje es un componente plano o ligeramente contorneado en forma de arandela que actúa como superficie de apoyo para cargas axiales. Se instala perpendicular al eje del eje y normalmente gira contra una contraparte o carcasa estacionaria. Sus funciones principales son:
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Restringir el movimiento axial: Evite que el eje se mueva excesivamente en cualquier dirección a lo largo de su eje.
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Transferir cargas de empuje: Transmita fuerzas axiales desde componentes giratorios (por ejemplo, ejes de hélice, rotores de turbina, juegos de engranajes) a la carcasa estacionaria.
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Proporcione una superficie de desgaste: Actúa como elemento de sacrificio, protegiendo del desgaste los componentes más caros y complejos.
En su forma más simple, una placa de empuje está hecha de un material duradero como bronce, acero o hierro fundido. Sin embargo, bajo lubricación límite, ciclos de arranque y parada o en ambientes contaminados, estos materiales pueden experimentar un desgaste rápido, raspaduras, irritaciones y eventualmente fallas.
2. La necesidad de recubrimientos: superar los desafíos tribológicos
La aplicación de un recubrimiento especializado aborda las limitaciones inherentes de los materiales a granel:
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Reducir la fricción: Los recubrimientos pueden proporcionar una superficie con un coeficiente de fricción naturalmente bajo, lo que reduce el consumo de energía y la generación de calor.
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Mitigación del desgaste: Los revestimientos duros y resistentes al desgaste reducen drásticamente la pérdida de material por abrasión y adhesión, lo que prolonga significativamente la vida útil de los componentes.
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Prevención de irritaciones y agarrotamientos: El irritamiento es una forma de desgaste adhesivo severo en el que dos superficies metálicas se sueldan en frío bajo presión. Ciertos recubrimientos, particularmente los lubricantes de película seca, crean una barrera que evita el contacto de metal con metal.
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Mejora de la resistencia a la corrosión: Los recubrimientos pueden proteger el sustrato subyacente de productos químicos corrosivos, agua salada o humedad, evitando picaduras y degradación que acelerarían el desgaste.
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Soportar altas temperaturas: Algunos recubrimientos conservan sus propiedades a temperaturas elevadas donde los aceites convencionales se descompondrían.
3. Tecnologías clave de recubrimiento para placas de empuje
La elección del recubrimiento es fundamental y depende del entorno operativo específico (carga, velocidad, temperatura, presencia de lubricante).
a) PTFE (politetrafluoroetileno) y revestimientos compuestos:
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Mecanismo: Estos recubrimientos proporcionan una capa lubricante sólida en la superficie. El PTFE tiene uno de los coeficientes de fricción más bajos de cualquier sólido conocido.
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Composición: A menudo se combina con otros materiales para mayor durabilidad. Por ejemplo:
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PTFE epoxi/fenólico: Una mezcla común que ofrece buena adhesión y resistencia química.
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Níquel PTFE: La matriz de níquel añade dureza y resistencia al desgaste, mientras que el PTFE integrado proporciona lubricación.
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Beneficios: Excelente capacidad de funcionamiento en seco, baja fricción y buena resistencia a la corrosión.
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Limitaciones: Capacidad de carga limitada en comparación con recubrimientos más duros; puede ser sensible al ataque químico.
b) Disulfuro de molibdeno (MoS₂) y disulfuro de tungsteno (WS₂):
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Mecanismo: Se trata de lubricantes sólidos laminares. Su estructura de plaquetas se corta fácilmente bajo carga, proporcionando un deslizamiento suave.
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Solicitud: A menudo se aplica mediante bruñido o como parte de un revestimiento compuesto. Son excelentes para aplicaciones de alto vacío (por ejemplo, aeroespaciales) donde no se pueden usar lubricantes líquidos.
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Beneficios: Muy alta capacidad de carga, eficaz en vacío y atmósferas inertes.
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Limitaciones: Puede oxidarse y perder eficacia en ambientes húmedos y húmedos.
c) Recubrimientos duros y resistentes al desgaste:
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Nitruro de cromo (CrN) y nitruro de titanio (TiN): Aplicados mediante deposición física de vapor (PVD), estos recubrimientos cerámicos ofrecen una dureza superficial extrema (a menudo > 2000 HV). Son altamente resistentes al desgaste abrasivo y tienen buena resistencia a la corrosión. Son ideales para aplicaciones con cargas elevadas y contaminantes abrasivos.
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Recubrimientos por pulverización térmica (p. ej., carburo de tungsteno-cobalto, WC-Co): Estos recubrimientos se aplican pulverizando material fundido o semifundido sobre la superficie. Crean una capa muy gruesa, resistente y excepcionalmente resistente al desgaste, perfecta para los entornos abrasivos más severos como la minería o la maquinaria pesada.
d) Recubrimientos galvanizados:
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Cromo duro: Un método tradicional que proporciona una superficie gruesa, dura y resistente al desgaste. Sin embargo, debido a preocupaciones medioambientales (uso de cromo hexavalente), se está eliminando gradualmente en favor de alternativas más avanzadas.
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Níquel químico (EN o Ni-P): Un proceso autocatalítico que deposita una capa uniforme de aleación de níquel-fósforo. Ofrece excelente resistencia a la corrosión, buena dureza (que puede aumentar aún más mediante tratamiento térmico) y lubricidad natural. Puede impregnarse con partículas de PTFE para crear un recubrimiento compuesto (Ni-P-PTFE) con una lubricidad superior.
4. Consideraciones de diseño y aplicación
La integración de una placa de empuje revestida no es simplemente una cuestión de sustitución.
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Preparación del sustrato: La superficie debe limpiarse meticulosamente y, a menudo, chorrearse con arena para garantizar una adhesión óptima del revestimiento. Un recubrimiento es tan bueno como su unión al sustrato.
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Gestión Dimensional: Los recubrimientos añaden espesor (desde unas pocas micras para PVD hasta varios cientos de micras para pulverización térmica). Esto debe tenerse en cuenta en el diseño de holguras y tolerancias.
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Compatibilidad de contracara: El revestimiento debe ser compatible con el material contra el que choca. Un recubrimiento duro como el CrN normalmente requiere una contracara de acero endurecido para evitar un desgaste excesivo en la pieza acoplada.
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Estrategia de lubricación: Si bien muchos recubrimientos están diseñados para una lubricación seca o escasa, la mayoría funciona aún mejor con una cantidad mínima de lubricante, lo que puede reducir aún más la fricción y disipar el calor.
5. Aplicaciones clave en todas las industrias
Las placas de empuje recubiertas son indispensables en cualquier aplicación donde se cruzan cargas axiales y condiciones duras.
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Transmisiones automotrices: Se utiliza en transmisiones automáticas, DCT y diferenciales para gestionar cargas de empuje de engranajes helicoidales y paquetes de embrague. Los recubrimientos a base de PTFE y de níquel químico son comunes.
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Aeroespacial: En actuadores, turbinas y cajas de engranajes donde la confiabilidad es primordial y las condiciones varían desde alta temperatura hasta alto vacío. En este caso se utilizan ampliamente recubrimientos de MoS₂.
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Marino y Offshore: Proteger los ejes de hélice y los propulsores de cargas axiales severas y agua salada corrosiva. Se prefieren los revestimientos resistentes a la corrosión como CrN y EN grueso.
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Maquinaria Pesada y Minería: En trituradoras de rocas, excavadoras y transportadores donde la contaminación abrasiva es extrema. Los recubrimientos por pulverización térmica de carburo de tungsteno son el estándar para estos entornos exigentes.
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HVAC y compresores: Garantizar un funcionamiento fiable de los compresores de tornillo y scroll, donde las placas de empuje recubiertas gestionan las cargas axiales con una lubricación mínima.
6. El futuro: revestimientos inteligentes y materiales avanzados
La evolución continúa con tendencias que apuntan hacia:
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Recubrimientos nanocompuestos: Incorporando nanopartículas para crear recubrimientos que son a la vez duros, resistentes y autolubricantes.
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DLC (carbono similar al diamante): Una clase de recubrimientos PVD que ofrece dureza extrema, fricción muy baja e inercia química y que se abre camino en aplicaciones automotrices y de precisión de alto rendimiento.
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Recubrimientos adaptativos o "camaleón": Recubrimientos multicapa diseñados para cambiar la química de su superficie para proporcionar una lubricación óptima en una amplia gama de temperaturas y entornos.
7. Conclusión
La placa de empuje revestida es un excelente ejemplo de cómo la ingeniería de superficies puede mejorar drásticamente el rendimiento y la longevidad de un componente mecánico fundamental. Al ir más allá de las propiedades del material a granel, los ingenieros pueden adaptar la superficie para superar desafíos tribológicos específicos. Desde permitir el cambio suave de una transmisión automática hasta sobrevivir a la mezcla abrasiva de una trituradora de minería, las placas de empuje revestidas son un elemento fundamental, aunque a menudo invisible, de la innovación mecánica moderna. Su desarrollo continuo es esencial para superar los límites de la eficiencia, la confiabilidad y el rendimiento en maquinaria rotativa.